sábado, 21 de julio de 2012

¿El mejor o el menos malo?

Es muy fácil opinar desde el sofá de casa sobre cualquier tema, ciclismo incluído, pero en este caso es una licencia que la profesión periodística otorga y es por ello que juzgaremos si Bradley Wiggins ha ganado el Tour de France 2012 por ser el mejor o el menos malo.
Habitualmente se dice en deportes que gana el mejor y el británico lo ha sido ...contra el crono, no así en las montañas, donde su compañero Froome le dejó en evidencia y todo esto, claro, inserto en el mejor equipo de la competición.
Es innegable la trayectoria de Wiggins en la especialidad en la que ha cimentado su triunfo, con títulos por doquier en pista, una posición perfecta sobre la bici y un estado físico impecable y trabajado, puesto que perdió 11kilogramos en 12 años.
Pero si quitamos el anterior factor encontraremos que lo ayudó la suerte que todo campeón necesita, la estructura Sky, la jefatura de filas indiscutida para Brailsford y rivales sin entidad en un recorrido ampliamente favorable. Todo se conjugó para su victoria final.
Empecemos por la fortuna, representada en forma de clima, puesto que en pleno verano sólo un día hizo calor, con todo lo que significa, ya que el británico lo sufre y mucho. No en vano entrenó sobre el rodillo, en su jardín de invierno con estufas hasta desmayarse, consciente de su limitación meteorológica.
Además no sufrió pinchaduras en momentos críticos ni caídas. Ha sido un camino de rosas para el de SKY.
El siguiente item, la jefatura absoluta, es la base sobre la que basó su triunfo ya que, olvidándose de Mark Cavendish, se formó un grupo por y para Wiggo, y funcionó a la perfección. Pero la polémica gira en torno a su gregario de lujo, Chris Froome, quién dejó en evidencia su superioridad en la montaña.
El maillot amarillo fue mejor contra reloj, pero la diferencia sobre su compañero no fue grande (menos de dos minutos entre las dos etapas de la especialidad), como sí podría haber sido en montaña para el keniata si le hubieran dado rienda a suelta. Eso ya no interesa y quedará claro el próximo año cuando Froome sea líder de éste u otro equipo.
Los rivales han sido la mayor ayuda para la consecución del objetivo. Sólo lo atacaron tres veces, Evans la primera y Nibali en dos oportunidades y con mucha tibieza ambos. Además en ningún momento se vió al líder responder en primera persona ataques, siempre sentado a rueda de su gregario y hasta flaqueando cuando éste aceleraba, a tal punto que se lo mandó parar en más de una oportunidad.
Por todo esto, y con el respeto que merece, Wiggins ha sido un justo ganador en una carrera sin brillo, pero no el mejor, honor que recae a mí entender sobre Froome.
El hecho es que sobre el papel quedará como número uno el británico y este texto será tomado con desprecio...pero dentro de un año, cuando se conjuguen sobre carreteras francesas los protagonistas actuales y se sumen Contador, Schleck, De Gendt, Hesjedal, y demás, se verá la realidad y sobre todo...un mejor espectáculo!!!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario