sábado, 14 de julio de 2012

Froome: gracias a Moisés Dueñas

Para que un buen ciclista se convierta en un crack deben conjugarse muchos factores, ya que no todo depende de las condiciones físicas del deportista: vida familiar, orden en las comidas y entrenamientos, materiales, entrenador, médico y una buena estructura de equipo.
Este último ítem es el que aupó a Chris Froome al nivel superlativo que hoy exhibe, aparte de todos los antes mencionados. Cuando en 2008 explotó en pleno Tour el positivo del español Moisés Dueñas, los directivos de la firma Barloworld decidieron dejar el ciclismo. Finalmente patrocinaron una temporada más la escuadra  británica (fue sudafricana en sus inicios), y a fines de 2009 abandonaron el barco.
Sin equipo, Froome, un joven que no había destacado mucho hasta entonces, fichó para otra escuadra inglesa de incipiente creación, el Team Sky, quién llegaba al ciclismo de la mano del multimillonario Rupert Murdoch como mecenas y Dave Brailsford como director deportivo.
En ese momento comenzó a gestarse el nacimiento del último vueltómano del deporte pedal; la aparición más brillante desde que Contador y el menor de los Schleck irrumpieron hace ya algún tiempo.Y la comparación no es exagerada, puesto que como los otros dos, cuando las carreteras se empinan nadie resiste los embates del nacido en Kenia.
Cierto es que no se ha enfrentado a Alberto y Andy, pero ha sido demoledor contra el resto de la elite mundial, a tal punto que ni su propio jefe de filas logra seguirle el paso, tal como pasó en la Vuelta  a España 2011 y en el presente Tour.
Es incluso mejor contra el crono que el luxemburgués, por lo que una carrera con los tres en liza sería un auténtico lujo.
Pero volviendo a la idea central, el personaje en cuestión decantó en la estructura ideal para su desarrollo, un equipo de su "nueva nacionalidad", con presupuesto ilimitado y managers que han sabido llevarlo sin prisa pero sin pausa hasta su brillante presente.
Justamente estos últimos factores son los que dejan en claro por qué Bradley Wiggins será el ganador del Tour de no mediar una tragedia.
Froome es un agradecido a quiénes le dieron una segunda oportunidad a su "vida deportiva" y no va a morder la mano que le da de comer, por lo menos no hasta después de los Juegos Olímpicos de Londres.
Nacionalizado no es lo mismo que nacido y ni los directivos ni los dueños del equipo ni la federación británica verían con buenos ojos que el keniata superara al ídolo del ciclismo de las islas, y aunque muchas veces la carretera pone a cada uno en su lugar, tendría que acontecer algo similar a lo de la pasada Vuelta para que le den vía libre al ciclista más fuerte del Tour.
El momento en que Froome descuelga a todos sus rivales, Wiggo incluído, y es llamado al orden a través del pinganillo es la imágen más clara de lo antes expuesto: la cúpula de SKY tiene su líder y no van a quebrantar la disciplina interna.
Será segundo en la carrera más importante del mundo, dejando en evidencia que es el mejor sobre el asfalto, pero la cuestión es que pasará con este prodigio, de quién aún no se conocen límites, de ahora en más. 
Ya ocupó el podio el año pasado en España, y a los 27 años su futuro se vislumbra grandioso. 
¿Optará SKY por Wiggins, quién tendrá 33  para el próximo Tour? ¿le dará los galones a Froome? es claro que tendrán que elegir entre los dos gallos, ya que es poco probable que de aquí en más corran el uno al servicio del otro.
Pero esa elección no se dará en Julio de 2012, en un equipo inglés, en el mejor momento histórico del ciclismo de ese país y a semanas de los J.J.O.O que las islas de la Reina Isabel acogerán desde el próximo 27 por tercera vez en su historia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario