martes, 24 de julio de 2012

Similar a Indurain...¿no será mucho?

No tengo nada en contra de Bradley Wiggins, al contrario, me cae simpático y me encanta como pregona la limpieza en el ciclismo, su gran profesionalismo y hasta su estética encima de la bicicleta, pero compararlo con Miguel Indurain es una locura.
No creo que él mismo se haya colocado a la par, pero sí aceptó ser un fan del navarro. La prensa especializada es la que ha cometido el sacrilegio de equiparar al británico con miguelón, con lo que muchas dudas quedan sobre cuán especializados estén.
No encuentro similitudes entre el pentacampeón del Tour y Wiggo excepto por el modo de correr.
Si hablan de las brillantes cronos del británico entonces están olvidando, por ejemplo, que durante siete años Lance Armstrong demolió a sus rivales en esa especialidad, ganando siempre por márgenes de más de un minuto, y nunca lo han nombrado, quizás por el alto perfil del americano.
Tal vez se parezca un poco en el modo de subir los puertos, sentado y a ritmo, pero ni tan siquiera, ya que Indurain flaqueó en montaña recién el año que marcó su debacle y contra rivales de dudosa (después confirmada) limpieza. El actual campeón no logró aguantar a su propio compañero, Froome, cuando éste aceleraba.
Hay otra semejanza en como transformó su cuerpo el español, al igual que Wiggins, perdiendo mucho peso para ser mejor en montaña, pero tampoco son los únicos en la historia.
Nombrados estos factores, poco más tienen en común ambos campeones. Miguel ganó mucho más joven su primer Tour, mientras que el inglés está en sus últimos años buenos.
Ni en sus personalidades se asemejan, puesto que el nacido en Bélgica, poco afecto a las cámaras, es una estrella de rock al lado de Indurain, una persona tranquila, humilde y reticente a las declaraciones, siempre con las palabras justas, como aquella famosa frase: "Hoy haremos algo", con que antecedió la más extraordinaria demostración contra el crono en la historia de la grande bouclé, en Bergerac.
Es tan erróneo como injusto comparar a Wiggins con Indurain, ya que se trata de un buen corredor con un solo Tour, contra uno de los mejores ciclistas de la historia, alguien que marcó una época y no más, por falta de deseos y la evolución de las drogas, de las que sus rivales hicieron uso y abuso para poder desbancarlo.

Lo mejor es dejar a cada uno por su lado, esperar la progresión (si es que la hay) del ex pistard, y que la historia lo juzgue, y no tirarle encima una losa tan pesada al compararlo con el ex pupilo de Unzué, porque muchas veces eso genera una presión superior a cualquier circunstancia de carrera.
Probablemente el buen Bradley jamás vuelva a ganar en Francia, y nunca se aproximará a lo conseguido por el extraterrestre, como lo bautizara Bugno, por lo que no será parte de la realeza del ciclismo junto a Merckx, Hinault, Armstrong, Anquetil y su ídolo, Miguel Indurain.

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