miércoles, 1 de agosto de 2012

Wiggins y ¿la mejor temporada de un ciclista en la historia?

No podía terminar de otro modo la temporada 2012 para Bradley Wiggins. Si alguien hubiera escrito un guión de cine a pedido del británico sería así, ganador allí donde participó, por lo que hoy no había chances de que no triunfara en su especialidad, en su país..en sus Juegos y a una semana del aplastante triunfo en Francia, basado justamente en la lucha contra el reloj.
Pocos podían hacerle sombra, los nombres de siempre tal vez, pero ni Cancellara, quién no debió tomar la partida por las lesiones sufridas, ni Tony Martin (anónimo este año) ni el sorpresivo Froome están al mismo nivel que el campeón del Tour.
Párrafo aparte para Luis León Sánchez, desafortunado con la ruptura de cadena, pero sin posibilidades reales de podio viendo como rodaron los primeros de la general, muchos más frescos que él por cierto y Marco Pinotti, siempre fiable en las grandes citas.
Pero volviendo a Wiggins, es seguro que estamos frente a una de las mejores temporadas de un ciclista en la historia, y aún sabiendo lo subjetiva que es esta apreciación, el palmarés de este año habla por si solo: general y etapas en París-Niza, Tour de Romandía, Criterium du Dauphiné y claro, la grande bouclé. 
Simplemente impresionante y muy difícil de igualar, teniendo en cuenta que la competencia olímpica es cada cuatro años, con lo que las chances disminuyen ostensiblemente para todos, y si no que mejor ejemplo que Samuel Sánchez, imposibilitado de defender su título de 2008 tan sólo unos días antes de la prueba.
La hazaña que ha sido este año para Wiggo es sólo comparable a lo conseguido por Merckx en 1972, Hinault diez años más tarde, alguna gesta de Indurain y el mágico 1987 de Stephen Roche.
Hay quiénes critican al británico, quizás por su modo poco espectacular y conservador de correr, tal vez por las falencias en montaña que dejó en evidencia su compañero, Chris Froome, pero en las estadísticas quedará grabado el nombre del corredor nacido en Bélgica, autor de una gesta poco común al ganar desde febrero, imponiéndose en cada crono disputada, por si faltaba confirmar su favoritismo en la especialidad.
Es justo resaltar que la progresión de este ex pistard ha sido maravillosa, ya sea por su cambio mental al abandonar el alcohol, o por el físico, perdiendo 11 kilogramos del 2000 a esta parte, sorprendiendo a todos en 2009 con su cuarto puesto en el Tour, con una soberbia actuación que lo hizo creer en sí mismo para el asalto definitivo a la carrera francesa.
"Hoy tenía que ser oro o nada", dijo, y en el último esfuerzo de la temporada, frente a su gente y en SUS Juegos Olímpicos, fue oro y demostró por qué ha sido el mejor durante todo el año, el más brillante sobre la cabra cada vez que se puso un dorsal, haciendo honor a su trayectoria en la pista.
Claro está que el reconocimiento llegará dentro de unos años, cuando él mismo caiga en la cuenta de lo conseguido, pero también cuando sus pruebas antidopaje sean cotejadas una y otra vez con diversas e innovadoras técnicas y quede libre de toda culpa, porque lamentablemente en este deporte tan vapuleado, son todos sospechosos hasta que se demuestra lo contrario.
Desde este sitio, por el contrario, queremos honrar el regalo de Wiggins para los amantes del ciclismo, regalándonos un año histórico que difícilmente alguien repita.
Por eso, y por todo lo antes mencionado...SALUD CAMPEÓN!!!




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