viernes, 12 de octubre de 2012

¿Vale la pena?

Que triste ver como se derrumba el ciclismo.No sólo por Lance Armstrong sino porque, como dijimos en un post previo, los nombres surgirán como agua de un manantial y se extenderá el problema como un cáncer sin retorno.
¿Vale la pena destruir al ciclismo entonces? ¿no era más aconsejable seguir adelante y que los niños (y los no tan niños) pudieran creer y gozar de la mano de sus ídolos que nunca dieron positivo?¿No era mejor dejar todo como estaba, como se hizo a lo largo de la historia de este deporte por cierto, y aprender de los errores mirando al futuro?.
De hecho el ciclismo de hoy está limpio..y todo esto que se ventiló es parte del pasado; ya se dio ese paso adelante, no eran necesarias más víctimas, que por cierto hubo muchas entre Operación Puerto, Oil for Drugs y un largo etc.
No digo que esté bien el dopaje, pero sí que no hay que ser más papistas que el papa, y si pasan los tests antidopaje esos ciclistas están limpios porque para eso se los vigila 365 días al año, se les quita sangre, y todo eso luego de practicar uno de los deportes más duros y exigentes que hay.
¿Para qué seguir gastando tiempo y dinero entonces en  controles inhumanos?..si no pillan a nadie, mejor no hacerlos más.. total no hay presunción de inocencia y los suspenderán tarde o temprano por algún delator despechado de turno.
Por cierto, los organizadores de carreras, sentados sobres sus gordos traseros, no benefician el sistema ideando competencias con 21 días de subir y bajar, jornadas maratónicas...¿y pretenden que todo eso se haga sin ayudas?¿no sería mejor blanquear las cosas como hizo la NBA? que somete a sus atletas a 82 exigentes partidos, pero al mismo tiempo los beneficia con la legalización de sustancias que mejoren el rendimiento..o ni siquiera eso...medicamentos que mejoren o mantengan la salud.
Sí, claro...después de 3 semanas de competir los parámetros sanguíneos deberían estar por el suelo.No hace falta ser experto en dopaje para saber eso.¿Que hay de malo en beneficiar a los corredores con algunas ayudas para que, no sólo el rendimiento no caiga, sino que tampoco lo haga su salud? Para que su hematocrito, glóbulos, no desciendan por debajo de lo aconsejable.
¿O se trata de que den espectáculo, hagan recorridos imposibles y encima en el éxtasis del masoquismo deportivo, también sufran enfermedades o queden muy propensos a ellas?. Estamos en el siglo XXI, basta de épica.
Por las dudas sirve recordar algo: todos los punteros de esa época iban igual...y Armstrong era mejor porque fisiológicamente fue superior y porque ninguna jeringa hubiera mejorado el modo de preparase en el túnel del viento, ir a reconocer etapas, medir lactatos y vatios, o el modo de manejar la carrera. Seguramente, si compitieran todos nuevamente, limpios, volvería a ganar siete veces el Tour de Francia, carrera que, innecesariamente por cierto, tendrá el palmarés en blanco entre 1999 y 2005.
¿Qué queda ahora?un ciclismo con la credibilidad por el suelo, al que los padres no dejaran que sus niños se acerquen...sin grandes campeones en los que creer o reflejarse.
¿Investigarán también hacia atrás, la era de Indurain por caso?¿la de Hinault? ¿Merckx? porque si es así no habrá palmarés ni historia alguna de este hermoso deporte cuando descubran que Armstrong no inventó nada, sólo lo perfeccionó y que  hubo víctimas en cada paso hacia la limpieza.
Leipheimer, Hincapie, Vande Velde, Danielson, Rubiera, Bileka, Bertagnolli, Chichi, Pellizotti, Kreuziger, Popovych, Gasparotto, Rogers, Luis León Sánchez, y quién sabe cuántos más. Estos son sólo las primeras manchas, los primeros síntomas de la enfermedad que se cargó al ciclismo, o por lo menos, su pasado y que recién comienza a extenderse.
Que en paz descanse.

Por Pablo Martín Palermo

@pmpalermo

Mail: pmpalermo@hotmail.com

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1 comentario:

  1. Soy médico y me gustaría acotar que el hematocrito (concentración de glóbulos rojos en la sangre) no baja ni un solo punto por realizar ejercicio, sea en la cantidad que sea. Aquí no se buscó "aguantar" o "resistir" las etapas. Se buscó reducir artificialmente los tiempos, poniendo en riesgo la salud de los deportistas. Un hematocrito excesivamente elevado puede provocar graves oclusiones de las arterias de órganos nobles como cerebro y corazón, además de hacer más viscosa la sangre.
    No justifiquemos lo injustificable.

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